Cuando vemos cualquier gran carrera ciclista, como el Tour de Francia, el Giro de Italia o la Vuelta Ciclista a España siempre vemos la típica escena en la que en un puerto de montaña descomunal, un “aficionado” se pone a correr de forma paralela al ciclista gritándole, lo que es bastante peligroso y más de una vez han hecho caer al deportista por un tropezón inoportuno. Todos hemos querido atravesar la televisión y darle una buena tunda a este sujeto. Pues bien, en esta ocasión había otro aficionado que opinaba lo mismo que yo en la edición del Tour de este año y no se cortó.
Como diría el gran Dani Mateo, no hay nada como una “hostia bien dá”.