A todos nos ha pasado mientras estudiamos que empezamos a hacer hacer tonterías con los bolígrafos, y algunos incluso son capaces de coger cierta soltura y empiezan a hacerlos girar sobre sobre sus de dedos a una velocidad vertiginosa.
Pero siempre hay alguien que lleva las habilidades un poco más allá, como sucede con estos dos jóvenes taiwaneses.