Ahora que estamos en verano y tenemos temperaturas altas aprovechamos cualquier ocasión para ir darnos un chapuzón a la playa. En Rusia no son menos y aprovechan el buen tiempo (que no dura mucho) para hacer lo mismo.
Pero en Rusia las cosas cambian “ligeramente”, como sucede en este caso en la ciudad de Novosibirsk (Siberia). Un repentino cambio de presión y una bajada de temperatura de 20 grados en pocos segundos (de 40º a 20º) puede convertir un día de playa en una tormenta de granizo y viento completamente inesperada.