Aunque muy suave, esta es una de esas bromas que la gente se puede tomar muy mal en un primer momento y nunca sabes la primera reacción que van a tener, antes de saber que todo es un pequeño montaje para sacar una sonrisa.
La situación es simple, un hombre se acerca a los niños en el parque vestido en principio con un albornoz y antes de que sus padres se den cuenta le enseñan lo que hay debajo de el. Pero tranquilos que solo hay unas camiseta con un par de buenos consejos. Por suerte para estos bromistas, tanto los padres como los hijos se lo acaban tomando bastante bien.