En este genial monólogo de Agustín Jiménez en el El Club de la Comedia empieza diciendo que va a hablar de gente que le cae bien, pero cuando se da cuenta que son pocos acaba hablando de nuevo de la que odia, personas que según él están pidiendo a gritos una temporadita en la cárcel.
Porque cómo no vamos a odiar a esos graciosos que tocan los pomos de las puertas de los baños con las manos mojadas y luego vas tú y te da grima, o los que te mandan cosas “bonitas” por Internet para animarte los lunes, o sobre todo los sinceros, esos que se sienten en la necesitada de decirte la verdad para que la sepas. Para todos ellos y para muchos más tiene unas palabras el humorista en esta actuación que no te puedes perder.